Dentro del gran abanico de patologías que podemos tratar, aquí tenemos las más frecuentes, no siendo éstas las únicas que se pueden beneficiar de recibir tratamiento.
- Dolor de espalda (cervical, dorsal, lumbar).
- Dolor de cabeza (migrañas, cefaleas, jaquecas…).
- Tendinitis (supraespinoso manguito rotadores, epicondilitis, aquilea, d ́querbain, rotuliana…
- Esguinces de tobillo, rodilla, muñeca, dedos…
- Sobrecargas y contracturas musculares.
- Roturas musculares y fibrilares.
- Tratamientos postquirúrgicos (cualquier tipo de cirugía del aparato locomotor).
- Hernias discales, ciáticas, cervicobraquialgias, radiculopatías…
- Fascitis plantar.
- Periostitis tibial, calcánea…
- Condromalacia rotuliana.
- Edemas y contusiones óseas.
- Tratamientos de fracturas óseas.
- Tratamiento de cicatrices postoperatorias.
- Recuperación deportiva.
No dudes en exponer tu problema, intentaremos darte la mejor solución.
A continuación hablaremos un poco de aquellas más frecuentes.
Dolor de espalda
Sin lugar a dudas, podemos considerar los dolores de espalda como el principal motivo por el que la población acude al Fisioterapeuta.
Y esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que hay multitud de causas que pueden desencadenar este tipo de molestias:
- Vida sedentaria.
- Mala higiene postural.
- Esfuerzos repetitivos.
- Estrés.
- Dolores referidos por problemas en algún órgano…
Problemas de mandíbula (ATM)
Cada vez es más frecuente que la población experimente dolor en la articulación temporomandibular (ATM). Si descartamos que el problema sea desencadenado por un traumatismo, la causa más frecuente es el bruxismo, es decir, cuando la persona rechina, cruje o aprieta los dientes. Algunas de las causas de este bruxismo son estrés, consumo de alcohol o cafeína, fumar o ciertos medicamentos como los antidepresivos.
Migrañas
La migraña es otra afección que por desgracia sufre más gente y aunque hay posibles causas que pueden desencadenarlas, hay veces que no se sabe el motivo.
Entre las causas conocidas podemos encontrar:
- Problemas hormonales.
- No dormir lo suficiente.
- Alcohol.
- Estrés.
- Intolerancia o sensibilidad a algún alimento.
- Exposición a olores fuertes.
- Ruidos fuertes.
- Origen muscular o por atrapamiento nervioso.
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación del tejido fibroso (fascia) que se extiende a lo largo de la planta del pie.
Este dolor, que es más agudo al levantarnos por la mañana, puede llegar a ser muy incapacitante para muchas personas.
Algunas de las posibles causas son:
- Obesidad.
- Mecánica del pie: Pie plano o muy cavo.
- Largas horas en posición de pie.
- Calzado inadecuado.
- Cierto tipo de ejercicios.
- Estrés: El estrés hace que las glándulas suprarrenales trabajen en exceso. Estas glándulas se relacionan con ciertos músculos, entre ellos, el tríceps sural (gemelos y sóleo). El tríceps sural se inserta en calcáneo siguiendo su conexión con la fascia del pie. Un aumento de la tensión del tríceps sural ocasionada por el estrés puede desencadenar fascitis plantar.
Tendinitis
La tendinitis es una inflación del tendón que se asocia con dolor y sensibilidad. Las zonas más frecuente son hombros (tendinitis del supraespinoso, manguito rotador), codos (epicondilitis), muñecas (tendinitis de Quervain) y rodillas (tendinitis rotuliana, tendinitis de la pata de ganso).
Entre las posibles causas encontramos:
- Movimientos repetitivos.
- Movimientos forzados.
- Exposición a vibraciones.
- Ciertos medicamentos.
- Desequilibrio de cadenas miofasciales…
Sin miedo a equivocarnos, podemos decir que lo más importante a la hora de tratar cualquier patología es encontrar sus posibles CAUSAS.
